La liebre y la Tortuga

Hace tiempo que vengo sintiendo en mis carnes esa puta fábula, es una fábula que está llena de razón, al fin y al cabo, las fábulas están para eso, para explicar algo de manera que hasta un niño lo entienda, pero claro, a veces las fábulas se desvirtuan y dependiendo del contexto se puede incluso torcer el tema.

Bueno a lo que voy, yo me siento identificado con la tortuga, cuando eres pequeño vas a paso de tortuga intentando no fallar, sacas buenas notas porque eso se te presupone, el esfuerzo no es demasiado grande pero algo hay que hacer, y lo haces, llegas a la universidad y ese es tu primer error, un error que en el fondo no es culpa tuya, es culpa de tus padres que dicen ¿CÓMO NO VA A SER UNIVERSITARIO EL NIÑIO CON LAS NOTAS QUE SACA, IGUAL ACABA HASTA DE PRESIDENTE? y claro, tu con tus 7 y 8 dices: "qué cojones si todo el mundo lo dice será por algo", ahí es cuando has comenzado tu carrera y la liebre son tus amigos o conocidos que, o bien han escogido algo más sencillo para estudiar y ponerse a vivir cuanto antes, o bien se han sacado un FP y ya vendrán los buenos días.

El caso es que los días pasan, los años pasan y lo que se suponía era una bonita coraza que te daría seguridad en el futuro y un buen porvenir, poco a poco se convierte en una pesada carga que cambiarías gustósamente por un pelo sedoso, y que de gusto acariciar, el pelo por ejemplo de tu compañero liebre, que mientras ve como tu te arrugas por el esfuerzo, te salen canas y cada vez estás más feo y más demacrado, el sigue avanzando a toda leche, con su melena al viento, con sus ganas de vivir y te deja atrás.

Al final se supone que la liebre de tanto ir de fiesta se acaba perdiendo y nunca llega a la meta, pero claro...vida no hay más que una y a veces sueño con haber sido una liebre y dejar esta pesada coraza, porque estoy hasta los cojones de arrastrarla.